¿Tienes la edad legal para beber?

Debes tener la edad legal para beber en tu país respectivo para poder entrar. Al ingresar aceptas nuestra Política de Privacidad.

No lo creoSeguro

Fomentamos el consumo responsable: responsibility.org | consumoresponsable.com.mx | drinkaware.co.uk

Usamos cookies para mejorar la experiencia en nuestro sitio. Revisa nuestro Aviso de PrivacidadDe acuerdo

La esencia de la dualidad

Desde épocas prehispánicas, los antepasados de México han adoptado el concepto de la dualidad para entender la vida. Los dioses prehispánicos, como Ometéotl, el dios de la dualidad en su versión masculina y femenina; Mayahuel, la diosa que muere para dar vida al maguey, y Mictlantecuhtli, el señor del inframundo con su rostro de calavera que representa la muerte y que a su vez saca la lengua aparentando una burla, son ejemplos de cómo los mexicanos ven el mundo a través de los opuestos.

México es un país de dualidades, y en ocasiones, usamos la misma palabra para describir dos cosas diametralmente opuestas. Por ejemplo, "ya chingó" puede significar que algo ha ido muy bien, mientras que "ya se chingó" expresa exactamente lo contrario.

De igual forma, "Perra Suerte" es una expresión que refleja la complejidad de nuestra cultura. Por un lado, puede ser una manera de vocalizar la frustración ante un infortunio, mientras que por otro lado, puede ser un síntoma de envidia hacia la buena situación de otra persona. Esta expresión sintetiza el contraste profundo que constituye la columna vertebral de nuestra mexicanidad; la complejidad y dualidad de nuestra cultura.

Y así, Perra Suerte es un homenaje a esta dualidad. Como la vida misma, este destilado de agave se compone de complejidad y contrastes profundos, desde su suave aroma herbal hasta su sabor con carácter y persistente. Perra Suerte es un destilado que no deja indiferente, como la cultura mexicana misma. Celebra la vida, la tragedia, la felicidad y la amargura, la comedia y el drama, y la suerte buena y la mala.

Historia & Filosofía

En la mágica región de Chiquilistlán, un lugar rodeado de bosques, montañas y llanos, se forjó una historia que, aunque olvidada, nunca dejó de ser fascinante. Se dice que desde el siglo XVI se producían destilados de agave (por un tiempo de forma clandestina) en diferentes regiones del estado de Jalisco, y uno de esos lugares fue Chiquilistlán. Es en este poblado donde nació Don Diego León, un hombre apasionado por la producción de destilado de agave.


Durante más de una década, entre los años 50s y 60s, Don Diego se dedicó a producir su vino mezcal en una pequeña taberna a la orilla de un arroyo, en donde aún se pueden encontrar los vestigios de la vinata. Él creaba esta especial bebida con esmero y dedicación para su familia y amigos, quienes disfrutaban cada sorbo como si fuera un elixir divino. Pero por razones desconocidas, su oficio se fue desvaneciendo con el tiempo y la región de Chiquilistlán quedó sin un maestro destilador durante muchos años.

Pero el destino tiene formas curiosas de unir a las personas y las historias. Cuatro amigos, apasionados por los destilados mexicanos, conocieron la historia de Don Diego y su vino mezcal, uno de ellos, el nieto del maestro destilador Don Diego León. Quedaron cautivados por la historia y sintieron la necesidad de hacer algo al respecto. Con la misión de rescatar esta tradición y continuar con el valioso trabajo que alguna vez inició Don Diego, fundaron Perra Suerte, buscando devolver a Chiquilistlán y dar a conocer al mundo entero el gran valor cultural de la producción de destilados de agave.

La tradición de producir vino mezcal o raicilla, que se hacía de forma clandestina en la época colonial, es ahora reconocida por su valor cultural y por el arduo esfuerzo que conlleva su proceso de producción. Desde la siembra hasta la destilación, un proceso llevado al ritmo de la naturaleza, hecho con pasión y de forma artesanal.

En cada botella de Perra Suerte se encuentra la pasión, la dedicación y el legado de Don Diego León y su amor por la producción de destilados de agave. Y así, la historia de un hombre y su oficio, olvidada durante tanto tiempo, se convierte en una historia que renace gracias a la pasión de cuatro amigos que buscan preservar y enriquecer la cultura de México.


Honor, a quien honor merece

Don Manuel Salcedo

Desde hace más de 20 años, Manuel Salcedo ha sido reconocido como el Maestro raicillero de su pueblo. Con pasión y dedicación a su oficio, y respeto por la tierra que trabaja, ha compartido con su comunidad el apreciado "vino mezcal", como suele llamarlo, que está siempre presente en las fiestas y celebraciones de su natal poblado.

Hoy Don Manuel colabora con Perra Suerte con el especial perfil de esta raicilla, reconocida internacionalmente, que es el resultado del invaluable esfuerzo que hay detrás del proceso de producción y el interés de nuestros productores por conservar la tradición heredada de generación en generación y la cultura de crear esta valiosa bebida para disfrutarla como parte de la vida diaria en los momentos buenos y malos, después de una dura jornada; o para celebrar las fiestas más importantes de la comunidad. Don Manuel sólo conoce una forma de hacer raicilla:

¡Cómo le gusta a su gente!

Proceso & Sostenibilidad

Proceso & Sostenibilidad

Siembra

1

El agave Maximiliana es cultivado entre la flora y fauna de la región; se cuida de forma natural sin el uso de insecticidas y otros aditivos químicos, y se dejan crecer al ritmo de la naturaleza hasta que el agave alcanza la madurez, que sucede entre los 8 y 12 años.

Al ser una especie de agave que se reproduce de forma sexual (por semillas) su diversidad genética es mayor, y por lo tanto, tiene mayor probabilidad de sobrevivir a cambios en el ambiente y menor riesgo heredar enfermedades genéticas. Se permite que un porcentaje de los agaves de la plantación florezcan, favoreciendo así a la fauna polinizadora, principalmente a los murciélagos, colibríes y abejas, que se alimentan del dulce néctar ofrecido en las flores del quiote y esparcen el polen a otras plantas para su fecundación.

2

Cosecha

El arduo proceso de recolección inicia con una expedición al bosque en donde se identifican las plantas que están listas para ser jimadas. Se cortan las pencas con coas y machetes hasta dejar limpia la "piña", que es partida por mitades para ser transportada en canastos de mimbre hasta el horno.

Cocción

3

Para lograr la temperatura adecuada, el horno de adobe se enciende un día antes del momento de la cocción, utilizando madera de encino obtenida localmente de forma controlada. Se colocan las piñas partidas y se sella durante 2 o 3 días para lograr la cocción perfecta.

Molienda

4

Una vez cocido, el agave se deja enfriar y se machaca con hacha y trituradora para obtener el dulce agave cocido que será utilizado para la fermentación.

Fermentación

5

Las fibras de agave cocido se colocan en tinas en las que se vierte agua de la región, obtenida de un manantial de agua fresca cercano a la taberna, y se deja reposar de 3 a 5 días en un cuarto oscuro en donde yacen las levaduras naturales que se encuentran en el ambiente.

Destilación

6

Una vez fermentado el mosto se vierte al destilador, que es un alambique híbrido típico de la región, en donde pasa por un proceso de transformación de evaporación a condensación en donde el resultado es el nacimiento de la esencia más pura del agave.

El bagazo sobrante se utiliza como fertilizante para futuros cultivos agrícolas.

Ajuste de Riqueza Alcohólica

7

Se realiza el ajuste hasta lograr la riqueza alcohólica de 41°, de acuerdo al gusto histórico de la región.

Embotellado

8

Fabricadas de vidrio reciclado, cada botella de Perra Suerte es envasada y etiquetada de forma manual y son marcadas individualmente con el lote y año de producción para identificar el carácter y personalidad únicos e irrepetibles de esta producción.

Compromiso

En el mundo de los destilados de agave, o mezcales (término apropiado por una denominación de origen, pero que tradicionalmente se refiere a cualquier destilado de agave como el tequila, mezcal, raicilla), destaca uno por su historia, sabor y limitada región geográfica: la o el raicilla.

El valor cultural del raicilla y de la producción de los destilados de agave en general como es conocido en la región, es el valor más importante para nosotros. Refleja nuestro compromiso por preservar la tradición y la cultura de crear esta valiosa bebida para disfrutarla como parte de la vida diaria en los momentos buenos y malos, después de una dura jornada; o para celebrar las fiestas más importantes de la comunidad.

Este esfuerzo el invaluable que hay detrás del proceso de producción de Perra Suerte conlleva una serie de prácticas sostenibles en el cuidado del manejo y obtención de los recursos, como el uso controlado de insumos de la región, el cultivo en un ecosistema biodinámico, el respeto por el tiempo de maduración de cada planta y la conservación de una cantidad de agaves para mantener el equilibrio de plantas y fauna polinizadora; todo esto para asegurar que esta tradición se mantenga en las próximas generaciones.

Nuestro propósito es enriquecer el conocimiento de la cultura mexicana y su diversidad promoviendo destilados que representan la esencia de cada región, en las que buscamos generar un impacto positivo.

Distribuidores • Distribuidores • Distribuidores • Distribuidores • Distribuidores • Distribuidores • Distribuidores • Distribuidores •
Distribuidores • Distribuidores • Distribuidores • Distribuidores • Distribuidores • Distribuidores • Distribuidores • Distribuidores •

México

CASA ALEBRIJE (GDL Y RIVIERA NAYARIT)

El Liquor Store (CDMX)

Distribuidora de Espíritus Mexicanos (CDMX)

Estados Unidos

Anthem Imports

Tiendas físicas • Tiendas físicas • Tiendas físicas • Tiendas físicas • Tiendas físicas • Tiendas físicas • Tiendas físicas •
Tiendas físicas • Tiendas físicas • Tiendas físicas • Tiendas físicas • Tiendas físicas • Tiendas físicas • Tiendas físicas •

México

Casa Alebrije (GDL)

El Liquor Store (CDMX)

Mucha Tienda (GDL)

Radical Mezcal (MTY)

Casa Alebrije (Sayulita)

La Contra Guadalajara